Cobra poco y nunca te faltará trabajo, pero siempre te faltará dinero.
El tema de precios y cuanto cobrar por nuestro trabajo es algo que con el tiempo vamos afinando poco a poco a partir de buenas y malas experiencias. Lo ideal sería que desde la academía podamos tener unas bases sólidad para no salir al mercado tan novatos. Este es un tema que despierta muchas emociones y no precisamente buenas, y es uno de los obstáculos más frecuentes entre emprendedores, sobre todo al principio; pero no te preocupes, es normal.
Es importante saber cuanto cobrar por nuestro trabajo, porque cobrar barato es algo que no solo te afecta a ti, si no a todos tus colegas. A continuación te doy 5 razones:
1. AFECTAS AL GREMIO:
Cuando empiezas a cobrar muy barato, acostumbras al mercado a un precio y es un proceso prácticamente irreversible. Los clientes siempre van a tener un precio referencia de tu producto o servicio y en el momento que decidas aumentar ese precio, por muy justa que sea la causa, no lo van a valorar y existe la probabilidad que se marchen con otra persona o empresa que cobre lo que antes cobrabas o en el peor de los casos, insinuarán a los demás que hay alguien que lo hace más barato para persuadirlos.
Está bien usar un precio bajo por un primer proyecto ante un cliente para atraparlo o darle a conocer tu trabajo, pero debes aclararle que es solo por esa única ocasión. Lo recomendable es colocar en la cotización un descuento en del costo seguido de algo como «20% descuento por primer trabajo con nosotros». Eso además funciona como una estrategia empatía.
2. DUDAN DE TU CALIDAD:
Lo barato sale caro, y todo el mundo lo sabe. Cuando cobras muy barato, parecerás un generalista y no un especialista. En Colombia puedes conseguir un café en la calle por $500 pesos, sin embargo, muchos prefieren la calidad, vivir la experiencia de tomar un café aparentemente exclusivo que cuesta hasta 10 veces más pero que en esencia, es lo mismo.
Inconscientemente el ser humano asocia la calidad al precio. Hay dos términos parecidos, pero diferentes: caro y costoso. «Caro» es aquello cuyo valor económico no compensa su beneficio y «costoso» aquello que a pesar de tener un alto valor, sus beneficios lo justifican. En ese sentido hay una relación cercana entre calidad y precio o en otras palabras, una forma subjetiva en la percepción de calidad. Por lo tanto, en una primera instancia algo barato genera desconfianza, valora tu trabajo y cobra siempre lo justo.
3. RIESGO DE QUIEBRA:
Muchos de los procesos de diseño requieren de materiales o servicios básicos para poder ejecutarse, si cobras por debajo de tu punto de equilibrio, tendrás un saldo negativo al final del periodo. Los gastos fijos para una profesional independiente son aquellos gastos esenciales que si o si tenemos que hacer, como vivienda, alimentación, servicios, transporte e incluso entretenimiento. Lo ideal es que nuestros gastos fijos sean alrededor del 40% a 50% del total de nuestras ganancias totales.
4. SUBESTIMAS TUS CONOCIMIENTOS:
Muchos hemos invertimos tiempo y dinero en capacitaciones para aprender técnicas específicas. Hoy en día en un mercado tan saturado, ser un especialista dentro de areas relacionadas al diseño es algo complejo, se requiere de constante capacitación y dedicarle tiempo a la investigación y a la práctica de una técnica o el manejo de un software para poder usarlo correctamente y aplicar esos conocimientos de diseño, composición, color y demás por los que tanto trasnochamos y nos sacrificamos en la universidad.
Al cobrar barato por tus productos o servicios, estás desvalorizando todo lo que en el pasado hiciste y desaprovechado la ventaja competitiva que tienes al ser especialista en una técnica o habilidad particular.
5. PIERDES CREDIBILIDAD:
Cobrar muy barato te hace ver como alguien que puede resolver un proyecto con extrema facilidad y tu cliente lo tendrá en cuenta para pedirte un descuento adicional, pues creerá que para ti es «pan comido» y lo relacionará con el tiempo que tardas en hacerlo desconociendo todo lo que necesitaste aprender para poder desarrollarlo. Esto también tiene relación con el segundo punto.
En lugar de cobrar barato, es recomendable ofrecer descuentos por servicios adicionales al proyecto por el cual te han contratado, aclarando que solo ocurre en ciertas ocasiones, así no acostumbras al cliente a un precio bajo, no dañas al gremio, no dudarán de la calidad de tu trabajo y permanecerás por encima de tu punto de equilibrio. Cobrar barato no te hace mas competente, sobre todo si eres nuevo en el gremio, solo dañas a los que llevan años haciéndolo.
Referencias:
http://www.queeseconomia.com/2011/07/la-relacion-calidad-precio/
https://www.finanzaspersonales.co/ahorro-e-inversion/articulo/como-hacer-presupuesto-regla-50-20-30/58645
Gráfika Digital 
Un comentario en “5 Razones por las que NO debes cobrar muy barato”